A fines del siglo XX, la Enseñanza Técnica no era mirada con gran consideración por la sociedad de la época. Se preferían las carreras llamadas liberales. Sin embargo, la enseñanza comercial tenía gran auge en países europeos, tales como Bélgica, Francia, Alemania, Rusia, donde se formaban profesionales idóneos para el desempeño de actividades comerciales en la industria, el comercio, la banca y la administración pública.
El 15 de julio de 1897, el presidente don Federico Errázuriz Echaurren, ordenó mediante el Decreto Supremo N° 2225, conformar las bases organizativas que encauzaran la educación comercial del país. Una comisión se encargó de redactar los principios del proyecto. Con fecha 7 de septiembre del mismo año, se aprueba la creación del Instituto Técnico Comercial, los requisitos para matricularse como alumno y el Plan de estudios al cual se ajustarían los cursos que se impartirían. Finalmente, el Decreto N° 1321 del 16 de Julio de 1896 funda el Instituto Técnico Comercial.
El Instituto Técnico Comercial da inicio a sus actividades el 11 de octubre de 1898 en una casa ubicada en Calle Delicias 1144, de propiedad de don Javier Ortúzar, la que se arrendó por cinco años contados desde el 1 de enero de 1899.
La inquietud de contar con un edificio propio, se vio plasmada el 16 de enero de 1905, donde el director, Sr. Benjamín Mardones, informa al Ministro de Educación, que en el presupuesto de ese año se consulta la suma de setenta mil pesos para iniciar la construcción del Instituto Comercial de Santiago. Se estima que, en esa fecha, fue cuando se planificó la construcción de la propiedad del Instituto, ubicada en Amunátegui N° 128, esquina Moneda.
En ese lugar funcionó el Instituto hasta el año 1969, cuando el Ministerio de Educación tomó la decisión de trasladarlo a una construcción más moderna. Las nuevas dependencias quedaron ubicadas en Av. Pedro de Valdivia N° 4650, dirección donde se encuentra el establecimiento en la actualidad.
Finalmente, es necesario agregar que el nombre actual del Instituto, se oficializa el 2 de diciembre de 1993, por Resolución N° 4007, de la secretaría Ministerial de Educación: “Autorizase la denominación del Instituto Superior de Comercio “Diego Portales”, al Liceo Comercial privatizado A – N° 56, RBD 9058-1, Comuna de Ñuñoa.”
En cuanto a su sistema de administración desde su creación el Instituto Superior de Comercio, dependía directamente del Ministerio de Educación, pero con fecha 15 de diciembre de 1986, fue traspasado a la CORPORACIÓN PRIVADA DE DESARROLLO DE CURICO hasta el 30 de diciembre de 2008. Posteriormente, según decreto 032 del Ministerio de Educación con fecha 30 de enero del 2009 hasta 30 de diciembre del 2011 fue traspasado a la UNIVERSIDAD CENTRAL DE CHILE. Desde el 20 de enero del 2012, la UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA METROPOLITANA asumió la administración del Liceo, a través de un convenio celebrado entre la misma Universidad y el Ministerio de Educación, el cual aún continúa vigente.
PILARES FUNDAMENTALES
Nuestra Misión es ofrecer una formación integral y armónica a nuestros estudiantes. Queremos contribuir a su crecimiento y desarrollo como personas conscientes de sus talentos, de sus límites, de su cultura y de su historia; nos importa que tengan la capacidad de comprender y desenvolverse en un mundo en constante cambio; queremos que sean personas comprometidas en mejorar su país y su entorno, que sean conscientes de sus capacidades y de sus posibilidades de superación para aprender de manera permanente y para asumir responsablemente su trayectoria de vida para el trabajo, para la continuidad de estudios y para su vida personal y social.
La comunidad educativa del Liceo INSUCO Diego Portales tiene el aprendizaje y la formación de sus estudiantes como su propósito central. Aspiramos a formar personas íntegras, libres, responsables, agentes de cambio y mejora social, protagonistas de su desarrollo, creativos y competentes para desenvolverse y aportar en un mundo complejo, en el que el desarrollo científico y tecnológico, afecta las relaciones, la cultura y el trabajo. Queremos que nuestros estudiantes desarrollen como valores de vida el respeto, la responsabilidad, el emprendimiento y la honestidad.
INCLUSIÓN: Aspiramos a construir una comunidad inclusiva, perfeccionando cada día nuestra voluntad para acoger a todos nuestros estudiantes, con sus diferencias, con sus aportes, dedicando especial atención a aquellos que, por razones de inequidad social, han visto disminuidas sus oportunidades de desarrollo personal, académico y social.
FORMACIÓN EMPRENDEDORA: Nuestro compromiso es asegurar el desarrollo de las trayectorias formativas de nuestros estudiantes para la continuidad de estudios y para la vida del trabajo, dotándolos de capacidades para asumir y resolver desafíos, para proyectarse en su desarrollo, para diseñar soluciones innovadoras que mejoren las condiciones de su entorno y faciliten el progreso personal y social.
APRENDIZAJE COLABORATIVO Y ACTIVO: Nos proponemos ofrecer experiencias de enseñanzas significativas y motivadoras que permitan a los estudiantes profundizar en su comprensión del mundo y en su compromiso con el cambio, sobre la base de sus características y expectativas. Entendemos el liceo como un espacio formativo en el que la enseñanza se realiza de manera activa y colaborativa. Por ello promoveremos focos de aprendizaje compartidos, experiencias interdisciplinarias, aprendizajes alternados y articulación de la Formación General y Diferenciada.
HONESTIDAD: Proceder con estima y respeto por la dignidad propia y del otro, respetando la propiedad material e intelectual, evitando opiniones prejuiciosas y el engaño.
EMPRENDEDOR: Diseñar soluciones innovadoras que mejoren las condiciones de su entorno.
SOLIDARIDAD: Adherirse a causas sociales y humanitarias que requieren apoyo material y/o espiritual, evitando la insensibilidad y falta de compromiso. Ayuda permanente hacia la persona en desmedro, y faciliten el progreso personal y social.
RESPETO: Valorar los derechos y condiciones presentes en la convivencia social, tratando de no dañar y evitar el desprecio al otro; valorando la dignidad humana y la vida.
RESPONSABILIDAD: Tomar y aceptar decisiones, asumiendo el resultado y consecuencias de ellas, evitando conductas y desconocimiento de compromisos.
